Presnel Kimpembe ha pasado más de la mitad de su carrera en el París Saint-Germain. De niño a capitán, ha dejado su huella en la historia del club, y ahora emprende una nueva aventura, colmada por su paso por la capital.
Hay que decir que las cosas se hicieron como es debido tras el partido de la cuarta jornada de la Ligue 1 contra el Lens. El defensa recibió un bonito homenaje ante un Parque de los Príncipes ávido de agradecimientos.

Mientras el estadio abarrotado coreaba "Kimpembe, Kimpembe, Kimpembe", el jugador comenzó con un emotivo discurso. Entre lágrimas, fue largamente aplaudido por sus seguidores. Una muestra de respeto que él devolvió unos segundos después.
El defensa tampoco escatimó palabras para dar las gracias al personal y al club en su conjunto. "Gracias a toda la gente que trabaja aquí, de lejos y de cerca, empleados y voluntarios; os quiero a todos", dijo emocionado. Y por si fuera poco para subrayar el cariño entre el personal y el jugador, éste y sus compañeros le levantaron en volandas.

A continuación dio una vuelta por el estadio, adorado por todos. También se le dedicó un tifo gigante.
Este nativo de Beaumont-sur-Oise se incorporó a las filas parisinas en 2005 (a la edad de 10 años). Luego fue ascendiendo dentro del club. Y dio sus frutos, ya que en octubre de 2014 debutó con el primer equipo del RC Lens. El homenaje que se le rindió el domingo justo después del partido contra el Sang et Or puso fin a un ciclo.

Convertido en profesional en marzo de 2015, poco a poco se ha consolidado como una figura clave y uno de los favoritos de la afición. Su posición, su carácter fuera y dentro del campo y su papel de 'hermano mayor' en el vestuario también han contribuido a su éxito y a sus buenas relaciones con la directiva parisina. De hecho, siempre tendrá un vínculo inquebrantable con el PSG. Al fin y al cabo, como él mismo dijo durante su ceremonia: "Me habéis aportado valores y respeto".

El cariño del que goza trasciende incluso la ausencia que sintió durante sus tres últimos años debido a las repetidas lesiones. En invierno de 2023, por ejemplo, su contrato se prolongó hasta 2026, a pesar de que sufría una lesión en el tendón de Aquiles. Era una prueba de la confianza que el PSG tenía en él, y que él le demostró a cambio.
Luis Enrique también se apresuró a señalarlo el sábado en rueda de prensa: "Es un jugador muy importante, no sólo para la afición, sino para el club, para sus compañeros y para mí. Le deseo lo mejor porque se lo merece".
Presko es y será siempre un jugador que ha pasado 20 años representando los colores del París Saint-Germain. Es un hombre admirado y respetado por su club.
El tercer jugador más laureado del club, un defensa que ha conquistado 27 trofeos con el PSG, se marcha para emprender una nueva aventura. Y lo hace tranquilo y con la eterna gratitud de los franceses.