Con la pole durante todo el fin de semana en Phillip Island, Fabio Quartararo (Monster Energy Yamaha) tenía una gran oportunidad de poner fin a su larga sequía de victorias en Grandes Premios. Pero tras su fallo en la carrera sprint (terminó séptimo), la cautela estuvo a la orden del día. Además, el gran triunfador del sábado, Marco Bezzecchi (Aprilia Racing), se vio casi condenado desde la salida a falta de dos largas vueltas.
El italiano empezó a gran nivel, por delante de Raúl Fernández (Trackhouse Racing MotoGP) y Pedro Acosta (RedBull KTM Factory Racing), y el corredor galo, como suele ocurrir cuando le cuesta arrancar, se colocó cuarto. Fernández se puso en cabeza tras las dos penalizaciones de Bezzecchi, y poco a poco fue aumentando su ventaja sobre el resto.
Mientras tanto, la carrera perdía a Johann Zarco (LCR-Honda) y Jack Miller ( Prima Pramac Racing), que sufrieron sendas caídas. Después, Francesco Bagnaia abrazó el asfalto también, lo que le aleja del subcampeonato.
Victoria sin precedentes
En cabeza, Raúl tenía un pequeño colchón sobre la competencia. Márquez (BK8 Gresini Racing), gran beneficiado por el accidente de Bagnaia, llegó a ser segundo durante parte de la cita y finalmente tuvo que conformarse con acabar cuarto.
Y cuando Fabio Di Giannantonio (VR 46 Racing Team) adelantó al 'Tiburón' Acosta y a Álex Márquez, el madrileño tenía ya la carrera ganada -algo que nunca antes había logrado en MotoGP-. Magnífica actuación por parte de un piloto al que se esperaba desde hace tiempo, y que por fin empieza a despuntar. También ha sido la primera vez para el equipo Trackhouse Racing de MotoGP, lo que debería añadir algo de picante al final de la temporada.