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Renzo Garcés, el central que supo reconvertirse para ser figura en Alianza Lima

Renzo Garcés, en Buenos Aires
Renzo Garcés, en Buenos Aires Marcelo Endelli / Getty Images South America / Getty Images via AFP
El central de 28 años cumple su segunda temporada en el cuadro blanquiazul y se convirtió en un referente de la zaga central junto a Carlos Zambrano.

Su llegada se dio en un momento muy complicado del club, casi convulsivo: el 5 de diciembre de 2023, menos de un mes después de perder la final nacional ante la ‘U’ y apagar las luces de Matute, Alianza Lima oficializaba a Renzo Garcés como uno de sus primeros refuerzos para el 2024, una de las temporadas más difíciles por afrontar para el aliancismo. 

Eran, también, días en los que el hincha quería incendiar todo. Y en los que el área deportiva iniciaba un nuevo proyecto buscando un nuevo perfil de jugadores: más físicos, competitivos, profesionales. Y ahí encajaba perfecto Garcés, un defensa que en el vestuario de César Vallejo pregonaba su cristianismo. Para el ‘Charapa’ -o el ‘Pastor’, apodado así por sus compañeros- los tiempos de Dios son perfectos, sin importar nada. 

“Éxodo 33: 14-15. Y él dijo: Mi Presencia irá contigo, y te haré descansar. Y Moisés respondió: Si tu Presencia no ha de ir conmigo, no nos saque de aquí. Sé quien va delante de mi y quién es mi ancla seguro: JESUCRISTO. Preparado para este nuevo propósito en el cual me llamaste, Señor”, escribió Renzo en su cuenta de Instagram cuando se oficializó su llegada a Alianza Lima. 

Su historia con el club íntimo empezó antes de estampar su firma. De hecho, en un principio no quería moverse de César Vallejo porque ya se había instalado en Trujillo. Tenía cinco años en la ciudad y habían abierto una iglesia junto a su esposa. 

“Yo le decía a mi representante que no negocie con ningún club, solo con Vallejo. Pero me respondía que no, que en el club estaban cerrados por algunas cosas. Yo insistía sinceramente”, contó Garcés en una entrevista con el periodista Horacio Zimmermann. 

Garcés, incluso, reveló que tenía dos propuestas sobre la mesa: el de Alianza Lima y el de Universitario de Deportes. De los dos finalistas. En la U había jugado cuando era niño, cuando tenía diez años, pero no se quedó en el club crema porque no se adaptó a dejar su natal Pucallpa para mudarse a la inmensa Lima. 

La U era, en ese momento, el vigente campeón; y Alianza no estaba nada bien a nivel futbolístico tras caer ante su rival máximo. Pero Renzo asegura que su vida, ni la de su familia, “se deja guiar por las emociones o sentimientos, sino por prioridades”. “Con mi esposa conversamos, analizamos todo y oramos. Siempre en cada decisión que tomamos, oramos. Le pedía a Dios sabiduría y paciencia para decidir lo que es mejor. Cuando oramos, sentimos paz, sabía que Dios quería que vaya a Alianza”. 

Su creencia hizo que aceptara la propuesta aliancista, aceptando el reto de ganarse un nombre en un club complicado, con los hinchas enervados por lo sucedido en 2023. Sin embargo, el Charapa logró eso y mucho más: hoy es uno de los referentes del equipo de Néstor Gorosito que viene haciendo historia en la Copa Libertadores. 

Un inicio complicado 

Poco más de una semana después de ser oficializado, Renzo Garcés sufrió un duro revés en su etapa con Alianza Lima: en un entrenamiento de pretemporada, el central recibió un golpe duro en el ojo tras una jugada de Kevin Serna. El defensor contó incluso que estuvo a punto de perder la vista, pero milagrosamente no pasó a mayores. 

Garcés se recuperó en tiempo récord para el debut en la Liga 1 (victoria 2-1 ante César Vallejo en el estadio Nacional), aunque fue suplente e ingresó a los 90 minutos para asegurar el resultado. Entró con un protector que no lo dejaba ni ver y que en partidos posteriores se lo sacaba ocasionando la molestia de su esposa y la doctora que lo estaba viendo. 

En un 2024 muy irregular por parte de Alianza, Garcés (junto a Zambrano y Noriega) fue uno de los más rescatables. En esa línea de tres centrales junto al León y el Samurai, el Charapa jugó 39 partidos a lo largo del año mostrando solidez defensiva y buena salida con el balón. 

Esta temporada, Gorosito exterminó la línea de tres y puso a Garcés junto a Zambrano. ¿Qué tan importante es Renzo? Demasiado, al punto que para Pipo, Erick Noriega debió pasar a ser un volante de contención, un puesto que conoce de las inferiores en Alianza y su paso por Comerciantes Unidos. 

Garcés ha disputado nueve encuentros con los íntimos este año, siendo una de las figuras en el camino hacia la fase de grupos de la Copa Libertadores. Además su buen rendimiento se tradujo en una convocatoria a la selección peruana siendo titular ante Bolivia y Venezuela en la última fecha FIFA.