La decisión se debió a razones "económicas", había informado anteriormente a la AFP una fuente cercana a la organización.
Esta reunión era la última de este año inaugural de Grand Slam Track y estaba programada entre el 28 y 29 de junio en el Drake Stadium de Los Ángeles (California).
Anteriormente se llevaron a cabo tres eventos en la capital de Jamaica, Kingston, y en las ciudades estadounidenses Miami y Filadelfia donde, atraídas por una bolsa de premios inédita en el mundo del atletismo, compitieron estrellas como la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone y la dominicana Marileidy Paulino.
El programa de la reunión de Filadelfia de finales de mayo ya fue reducido de tres a dos jornadas.
"La decisión de poner fin a la temporada inaugural de Grand Slam Track no se toma a la ligera, sino con la certeza de haber alcanzado los objetivos que nos habíamos propuesto para esta temporada piloto", afirmó Michael Johnson en un comunicado.
"El entorno económico global se ha visto trastornado durante el último año y esta decisión de negocios se tomó para garantizar nuestra sostenibilidad a largo plazo como el circuito de atletismo número uno mundial. Ahora estamos completamente enfocados en 2026", agregó el tetracampeón olímpico.
Medios de prensa estadounidenses y británicos indicaron que la cancelación se debía a la imposibilidad de garantizar ingresos adecuados por patrocinio y retransmisión para el Grand Slam Track.
La venta de entradas para la etapa de Los Ángeles también había sido menor a la esperada, según los reportes.
De acuerdo con el diario británico The Times, la cancelación ahorraría a los organizadores alrededor de tres millones de dólares en premios y gastos de viaje.
El lanzamiento de Grand Slam Track generó grandes expectativas en el mundo del atletismo, donde la serie aspiraba a convertirse en un referente y rival de la Diamond League.
El proyecto auspiciado por Johnson ofrecía primas enormes para este deporte que iban desde los algo más de 86.000 euros para el ganador de pruebas a los 8.671 euros para el último clasificado.
A pesar del atractivo económico, grandes figuras del atletismo rechazaron su participación, entre ellas Noah Lyles, Julien Alfred y Sha'Carri Richardson.