Swiatek, reciente campeona de Wimbledon, se presentará en la final el lunes con un historial muy favorable ante Paolini, a la que batió en sus cinco duelos previos.
Un triunfo le permitirá ascender a la segunda posición del ranking mundial y reforzar su confianza de cara al Abierto de Estados Unidos, último Grand Slam del año, que inicia el domingo próximo en Nueva York.
Este domingo, la jugadora nacida en Varsovia, actualmente tercera de la WTA, brindó una brillante actuación para doblegar a Rybakina por 7-5 y 6-3 en la primera semifinal del día.
Elena, campeona también en la hierba londinense en 2023, estuvo 5-3 arriba en un primer set que ambas comenzaron imperiales al servicio, repartiéndose cinco juegos en apenas 14 minutos.
En el último momento, Iga encontró un 'break' salvador cuando su rival servía para anotarse la manga.
La ex número uno mundial evitó después el tie-break al romper de nuevo el saque de la kazaja, el arma con el que días atrás eliminó a la bielorrusa Aryna Sabalenka, última campeona en Cincinnati.
A E. Rybakina le costó encajar el golpe y en la segunda manga bajó sus porcentajes al servicio y acumuló errores no forzados que permitieron a I. Swiatek tomar pronto la delantera.
Con un quiebre en el cuarto juego, la polaca aceleró hasta hacerse con una ventaja de 4-1 y después neutralizó dos pelotas de 'break' para acabar con la resistencia de la kazaja, que hincó la rodilla tras salvar dos bolas de partido.
"Fue un partido muy duro. Al principio el nivel era tan loco y tan rápido que no llegábamos a la segunda pelota", dijo la ex número uno mundial.
"Fue un partido de mucha calidad y estoy muy contenta con mi actuación, no cambiaría nada", zanjó la flamante finalista, que los dos años anteriores cayó frente a Coco Gauff y Sabalenka en semifinales.
Paolini doma a Kudermetova
Este lunes, la polaca intentará agrandar una vitrina que ya luce 10 títulos de WTA 1000 y seis de Grand Slam, aunque sólo uno de estos fue cosechado en pista rápida (US Open de 2022).
La tenista nacida en Varsovia, de 24 años, busca el camino de vuelta a la cima de la WTA, de donde fue desplazada a finales del año pasado por Sabalenka.
La de Cincinnati será la tercera final de sus últimos cuatro torneos, que incluyen su corona de Wimbledon en julio, y la primera de un torneo WTA 1000 desde su triunfo 15 meses atrás en Roma.
La segunda semifinal de Cincinnati vivió un duelo mucho más apretado entre Jasmine Paolini, dos veces subcampeona de Grand Slam, y la rusa Veronika Kudermetova.
Paolini, novena de la clasificación mundial, necesitó de dos horas y 20 minutos de pelea para batir a una aguerrida Kudermetova por 6-3, 6-7/2-7 y 6-3.
La rusa, que buscaba su primera final WTA 1000, se aferró al partido al lograr un providencial 'break' cuando Paolini tenía ventaja de 5-4 en el segundo set y servía para ganar.
La italiana mantuvo después la cabeza fría y aprovechó de la arriesgada estrategia de Kudermetova, que cometió 75 errores no forzados, para pedir otra cita frente a Swiatek.
"Es una jugadora increíble. Siempre es duro jugar contra ella. Defiende bien y sirve bien", dijo Paolini sobre la polaca.
"Intentaré dar lo mejor de mí. Es una final, me gustan las condiciones aquí. Luchemos y ojalá que sea un buen partido", propuso con una sonrisa la italiana, que en mayo conquistó su segundo título WTA 1000 frente a su público en Roma.