La tenista neoyorquina vivió un 2024 que puede ser un punto de inflexión en su carrera porque volvió a ser competitiva al dejar atrás las lesiones y, de hecho, está ya muy cerca de regresar al top 10 del ranking WTA. Eso sí, acabó con cuatro derrotas seguidas (una de ellas como consecuencia de retirarse y otra, que apenas cuenta, en una exhibición disputada en Arabia Saudí).
Así, empezar la temporada con buen pie era algo importante de cara a tomar impulso y evitar posibles dudas. Su celebración tras certificar el pase a la siguiente ronda, la de octavos, es una prueba fehaciente de lo que suponía ganar este lunes. Además, es un torneo que sirve para ganar sensaciones ante la cercanía del Abierto de Australia (a partir del 12 de enero).
Badosa arrancó el duelo con ciertas dudas, si bien sacó adelante los juegos en los que servía e incluso llegó a colocarse 2-4 tras romper el saque de su rival. Sin embargo, la alegría resultó muy efímera y todo se resolvió finalmente en el tiebreak, en el cual Stearns dio la vuelta a un adverso 2-4 y se impuso por 7-5.
La situación cambió en el siguiente tramo, con Paula mostrándose eficaz y solvente en esos momentos importantes que acaban decidiendo un set (3-6). Después, la neoyorquina dio forma a la remontada tras liderar durante la manga definitiva, en la que volvió a tener problemas con su saque... sin consecuencias para sus intereses (5-7).