Boris Becker lo confesó en una entrevista al diario milanés Corriere della Sera. "Pensaba que era un secreto. Nunca había hablado de ello. Pero sí, es verdad".
La pena de cárcel impidió la colaboración
La colaboración a principios de 2022 -cuando Jannik Sinner era aún una promesa- no se materializó finalmente porque Becker se enfrentaba a una pena de prisión en Londres por delitos de insolvencia, que debía cumplir en abril de ese mismo año.
"Le dije a Jannik: 'No sé cómo acabará esto, así que no puedo comprometerme'. Pero no quería dejarle sin apoyo, así que le di algunos nombres de entrenadores: uno de ellos era Darren Cahill. Para mí, era el mejor", explicó Becker. Bajo la batuta del australiano Cahill, Sinner ha ganado desde entonces cuatro títulos de Grand Slam y ha encabezado la clasificación mundial.
"Estaba convencido de que Jannik Sinner podía llegar a ser el mejor", explicó Becker, que participó en los grandes éxitos de Novak Djokovic como entrenador entre 2013 y 2016. "Por aquel entonces, aún tenía que trabajar su saque y su juego de pies, pero ya era excepcional de cabeza".
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Sin regreso como entrenador a la vista
Las actividades de Becker han cambiado un poco desde que salió de la cárcel en diciembre de 2022; ahora vive en Milán con su tercera esposa, Lilian, la pareja espera un hijo y también trabaja como comentarista de televisión y podcaster.
En estos momentos, su regreso como entrenador parece casi inconcebible. "Ahora estoy en una fase diferente de mi vida: mi familia está creciendo y he creado un nuevo negocio. Ya no quiero viajar tanto, y quizás el papel de entrenador se me está quedando demasiado estrecho", explicó Becker.