El valenciano ha tenido que lidiar con la baja importantísima de Carlos Alcaraz, que se lesionó en el muslo en la final de las ATP Finals, y con la decisión de no convocar al segundo mejor jugador español en la actualidad, Alejandro Davidovich. Pero de la misma manera que se clasificaron para esta decisiva fase de la Davis sin ellos, también ha logrado el pase a semifinales.
Aunque David Ferrer no quiere cantar victoria porque, la experiencia le tira, dice que aún "aún no hemos ganado nada". Pero sí lo han hecho, demostrar al resto que España puede luchar por la Ensaladera.
"Seguimos soñando y luchando, seguimos compitiendo. Lo daba por hecho, sabía que estaban preparados para hacer cosas grandes y ahora, a descansar, a disfrutar de un día que ha sido intenso de emociones, y mañana (por el viernes) a preparar contra el rival que nos toque".
Disfrutando
El pasado año, la selección, con Rafa Nadal en la misma, fue derrotada en Málaga a las primeras de cambio. Mucho ha cambiado desde entonces para bien en el seno del equipo. "Me lo paso bien, como capitán hay momentos mejores y peores. El año pasado, con la despedida de Rafa, fue duro por el cariño que le tengo, pero no me cambia la vida ganar o perder. Al día siguiente voy a hacer lo mismo. Y ahora me siento feliz y orgulloso por los jugadores".