Un apagón que obligo a detener la competición… Era de lo poco negativo que le faltaba por soportar al Mutua Madrid Open de 2025 para ser una de las ediciones con más problemas que se recuerdan.
Sin españoles en ninguno de los cuadros, con las principales estrellas, a excepción de Sabalenka (que aprovechó la coyuntura para entrenar en la Manolo Santana) y Swiatek, eliminadas o de baja y con los aficionados muy disconformes respecto a algunos aspectos organizativos, las cosas todavía podían ir a peor. ¡Y lo fueron!
Cuando llegamos a la Caja Mágica (Caja Oscura hoy), después de salvar varios obstáculos en la carretera por el no funcionamiento de los semáforos, los asistentes a la sesión matinal del lunes 28 de abril deambulaban desconcertados por la Caja Mágica en busca de luz.
Desanimados por no poder disfrutar de la jornada de tenis que tanto habían esperado, algunos abandonaban el recinto cabizbajos, otros buscaban consuelo en el Tennis Garden y viendo a la número 1 de la WTA ejercitarse en la Central, y los más pudientes se dirigían en masa a la zona VIP con la intención de socializar un poco. Para los últimos no cambio demasiado el asunto, ciertamente.
Teorías de la conspiración
La ociosidad derivada de la falta de suministro eléctrico dio pie a muchas especulaciones. Una de las hipótesis que más se barajaban en la zona de trabajo de la prensa (en claro tono humorístico) era que todo había sido un movimiento de Rusia para hacer campeona a Mirra Andreeva, que logró ganar su partido (6-1, 6-4) de tercera ronda justo antes del fundido a negro del recinto.
Más allá de eso, poco más se podría contar en el plano deportivo, dado que no había opción de continuar con los compromisos agendados. Una situación totalmente atípica, amenizada únicamente por la música que seguía sonando, suponemos que gracias a un generador, en el Estadio Manolo Santana.
Con el elemento competitivo descartado, decidimos dar una vuelta por la Caja Mágica. Por momentos, los grandes pasillos oscuros nos recordaron a alguna que otra película de terror o a videojuegos de la misma cuerda, como el Resident Evil o el Silent Hill.
Las horas transcurrieron y la luz no regresaba, por lo que la jornada tenística quedó cancelada a la espera de conocer más detalles acerca de cómo se redistribuirían los duelos no disputados, que fueron casi todos. Un clavo más en el ataúd de un Mutua Madrid Open que no gana para disgustos.
