Como le suele suceder, a Carlos Alcaraz le costó entrar en el partido. Tanto fue así que, en apenas unos minutos, Arthur Fils ya le había arrebatado dos veces su saque e iba 3-0 por delante. Ello obligaba al murciano a remar para reengancharse a estos cuartos de final de Montecarlo.
En un alarde de genialidad, el actual número 3 del mundo logró reponerse e igualó la contienda en el 4-4, dando la sensación de que podría darle la vuelta a la situación adversa que le había planteado su contrincante francés.
Sin embargo, un Carlitos poco inspirado volvió a dejarse ir y acabó perdiendo el set 6-4 tras conceder un nuevo break. En ese momento, Davidovich, que esperaba en semifinales, veía perfilarse al 15º clasificado de la ATP como su contrincante en la siguiente ronda.
Todavía atrapado en el fondo de la pista, Alcaraz inició la segunda manga con mayor solidez en el servicio propio, pero sin acumular grandes opciones de romper el de su rival a causa de numerosas imprecisiones. Así, intercambiando golpes, el español se encontró con una situación muy comprometida en el 5-5, con 15-40 en contra.
Sin temblarle el pulso, el tenista de El Palmar deshizo el embrollo con una tranquilidad al alcance de muy pocos y cerró el 6-5 gracias a una de sus clásicas dejadas. Tras ello, Fils quedó en shock y entregó su último saque del set, que terminó 7-5 para Carlos.
Todo comenzaba de nuevo. El partido se decidió en un último parcial con cambio de dinámica. Mientras que el francés comenzaba a perder la paciencia, el murciano atravesaba su mejor momento. Aun así, ambos se empeñaron en complicarse la vida con sus respectivos servicios.
Finalmente, Alcaraz deseperó al galo, que terminó rompiendo la raqueta en el 5-3, y resolvió con su saque para el definitivo 6-3. El ganador se verá las caras mañana en semifinales contra el español Alejandro Davidovich, que se deshizo (6-3, 6-2) del australiano Alexei Popyrin en su duelo de cuartos.