El tenista español, que no sabía lo que era ganar un partido en el Principado de Mónaco, tuvo que sudar de lo lindo para superar a un duro rival que fue de más a menos y que acabó sucumbiendo. El 6-3 de la manga inaugural puso en ventaja al jugador sudamericano, pero luego sufrió la rabia del número tres del mundo.
El duelo frente a Cerúndolo se presentaba difícil, así que no sorprende que fuese capaz de llevarse un set. El argentino, de hecho, ocupa el puesto 22 en el ranking ATP y hace algo menos de dos meses llegó a la gran final en Buenos Aires, donde sucumbió ante el prometedor Joao Fonseca.
Aunque fue el mencionado Francisco quien perdió el servicio antes, las imprecisiones de Alcaraz provocaron un giro de guion que obligaron al murciano a buscar la remontada. Y llegó por todo lo alto: cedió sólo un juego desde entonces y activó el modo huracán (0-6 y 1-6) para deleite de un público que no puede disfrutar del sancionado Sinner.
Carlos sabe ya quién será su siguiente escollo: Altmaier, que un rato antes despidió a Gasquet (7-5, 5-7 y 6-2) en la última actuación del francés en el torneo. A priori, el germano debería ser más asequible, pero conviene destacar que venció al canadiense Auger-Aliassime justo después de haber tumbado a Munar y a Herbert en la previa.
Por otro lado, el malagueño Alejandro Davidovich venció a Tomás Martín Etcheverry (6-7/2-7 y 3-6) y el valenciano Pedro Martínez cayó eliminado tras perder frente a Nuno Borges (7-5, 6-7/4-7 y 6-4). Además, el castellonense Roberto Bautista fue aplastado por un intratable Casper Ruud (2-6 y 1-6).