El jugador monegasco Vacherot, que llegó desde la fase previa y es el finalista con el ranking más bajo en la historia de un Masters 1000, se impuso por 4-6, 6-3, 6-3.
La final familiar entre el francés Rinderknech, número 54 del ranking, y Vacherot, 204 del mundo y de Mónaco, ha sido uno de los desenlaces más inesperados del torneo hasta la fecha. El entrenador y medio hermano de Vacherot, Benjamin Balleret, lo ha calificado como un "cuento de hadas".
Solo es la tercera vez en la historia de un Masters 1000 de la ATP que dos jugadores no cabezas de serie disputan la final.
El primo mayor, Rinderknech, se adelantó primero, logrando un break con un revés en el tercer juego tras tres errores no forzados de Vacherot.
Esa ventaja fue suficiente para que el tenista de 30 años se llevara el primer set en un duelo muy igualado.
Bajo la atenta mirada de Roger Federer, el segundo set mantuvo la misma tónica, con ambos jugadores sin lograr imponerse en los primeros juegos.
Rinderknech afrontó una bola de break en el octavo juego y la salvó con un ace, pero no pudo aprovechar la siguiente oportunidad para mantener su saque.
Volvió a verse contra las cuerdas tras un error no forzado al enviar la bola a la red, y esta vez Vacherot no desaprovechó la ocasión para forzar el set definitivo.
Vacherot sentenica en la tercera manga
El tercer set comenzó de forma explosiva, con Vacherot llevando a su primo al break point casi de inmediato para arrebatarle el primer juego.
Vacherot, de 26 años, fue creciendo en el partido mientras Rinderknech, visiblemente afectado por la humedad, luchaba por salvar varias bolas de break en el tercer y quinto juego.
El francés recibió atención médica en la espalda tras el quinto juego, después de haber estado a punto de perder su saque en cuatro ocasiones.
La leve reacción posterior propició algunos intercambios tensos que animaron al público, pero Vacherot volvió a romper en el noveno juego para sentenciar el título, cayendo al suelo incrédulo.