Novak Djokovic declaró antes del comienzo del torneo en el All England Club que Wimbledon representaba su mejor oportunidad para superar el récord de 24 grandes títulos de Margaret Court, retirada hace tiempo.
Djokovic, poseedor de siete títulos de Wimbledon, está demostrando ser un formidable aspirante a su primer trofeo de Grand Slam en 2023. El tenista de 38 años sólo ha cedido 12 juegos en sus dos últimos partidos, en los que se impuso por 6-3, 6-0 y 6-4 en un encuentro que duró menos de dos horas.
Con 100 victorias en Wimbledon, Djokovic se coloca segundo en la clasificación histórica por detrás de Roger Federer, que tiene 105, y Martina Navratilova, con un récord de 120.
"Wimbledon es el torneo con el que sueñan la mayoría de los jugadores. He tenido la suerte de ganar aquí muchas veces y cualquier actuación que consiga en mi torneo favorito es un regalo", dijo Djokovic, que jugó su primer partido en el All England Club hace 20 años.
"Sigo manteniéndome en forma, intentando estar a la altura de los jugadores más jóvenes, haciendo deslizamientos, estirando al máximo", prosiguió.
En presencia de sus hijos, Stefan (10) y Tara (7), Djokovic celebró la victoria con gestos enérgicos que se han convertido en una tradición esta semana del torneo. "Es una pequeña tradición que tenemos ahora, espero mantenerla viva y seguir haciendo gestos como éste en Wimbledon", dijo Djokovic mientras Tara bailaba en el palco de jugadores.
Conservar la energía será crucial en la segunda semana, sobre todo porque Djokovic probablemente tendrá que derrotar al líder mundial, Jannik Sinner, y al defensor del título, Carlos Alcaraz, para hacerse con el trofeo el 13 de julio. En cuarta ronda se enfrentará al australiano Alex de Minaur, undécimo cabeza de serie.