Jannik Sinner y Ben Shelton se reencontraron sobre la hierba de Wimbledon en unos cuartos de final llenos de expectativas. Ambos se han enfrentado ya en seis ocasiones, con cinco victorias para el italiano, entre ellas la de hace un año en Londres y la semifinal del Abierto de Australia de este año.
Sinner saltó a la pista con algunas dudas físicas, al haber entrenado con una manga en el brazo derecho, pero decidido a confirmar su dominio en los partidos anteriores. Shelton, ya seguro de ascender al número 9 del mundo, intentó dar la vuelta a la situación.
A pesar de la potencia del saque del estadounidense, el intento de Shelton fue infructuoso, gracias a la sólida actuación del sudafricano, que supo defenderse de las acometidas de su rival y ganar la semifinal con una victoria en dos sets(7-6, 6-4).
Los cohetes de Shelton no hacen daño al número 1
Jannik ganó el primer set de cuartos de final contra Ben Shelton al término de un set muy equilibrado, decidido en el tie-break. Fue un set en el que el italiano brilló con su saque (sólo cedió dos puntos en seis turnos), manteniendo una presión constante sobre el estadounidense gracias a unos porcentajes impecables y a unas variantes bien equilibradas.
Shelton, explosivo y audaz, tuvo que recurrir a menudo a la potencia de su saque (228 km/h de punta), pero no fue suficiente: en el tie-break, el revés largo de Sinner rompió la ventaja inicial del estadounidense en el mini-break, abriendo el camino a un parcial de seis puntos consecutivos.
Tres errores de derecha consecutivos de Shelton y una doble falta abrieron entonces la puerta a Jannik, que se mostró glacial para cerrar el tie-break por 7-2.
El destello de la final
El segundo parcial se abrió con emoción para Sinner, que se vio obligado de inmediato a afrontar dos puntos de ruptura en el juego inicial: toda una novedad en comparación con el dominio al saque mostrado en el primer set. El italiano, sin embargo, respondió como un campeón, encontrando el primero e inmediatamente elevando su nivel para defender el turno con autoridad (1-0).
Shelton, impulsado por la necesidad de cambiar la inercia, trató de subir el ritmo, encontrando soluciones de calidad como el saque y la volea y una serie de contundentes aces. El estadounidense aguantó bien su saque en sus propios turnos, pero siguió persiguiendo la eficacia quirúrgica del número uno del mundo, que sólo concedió un quince en los dos siguientes juegos de servicio (3-2).
En el 3-3, sin embargo, un pequeño toque de atención: Sinner estrelló un derechazo, generando una vibración que le llevó a tocarse el codo derecho, ya en el punto de mira debido a la ortesis que lleva en los entrenamientos. Un movimiento que hizo contener la respiración a los aficionados, aunque el italiano, no obstante, siguió luchando con gran entereza.
Así llegó el 5-4 para el del Tirol del Sur, que tuvo la oportunidad de romper y establecer. No la dejó escapar, recuperando Shelton desde el 0-30 (con su décimo ace) y cerrando el set tras el segundo error de revés consecutivo del estadounidense.
Apretada lucha
El equilibrio también dominó el tercer set, con Sinner confiando en su superior habilidad táctica así como en su excepcional resistencia para negar cualquier oportunidad a Shelton, mientras que el estadounidense continuó manteniendo un ritmo alto para mantenerse en el partido, apoyando su juego en el saque y la derecha.
Ninguno de los contendientes concedió puntos de ruptura. Con 4-4 y saque, Sinner se puso 0-30 abajo con un error en una volea alta y una derecha, pero puso las cosas en su sitio con dos primeros saques y llevó el juego a casa obligando a Shelton a servir para mantenerse en el partido.
Aquí el sudtirolés, como en el segundo set, se propuso cerrar los juegos y se recuperó del 15-30 para ganar un primer punto de partido en el 30-40, luego llegaron dos más a las ventajas pese a la desesperada resistencia de Shelton que en la tensión cometió una fatal doble falta. Esta vez Sinner no dejó escapar la oportunidad y cerró el partido. En semifinales se enfrentará al ganador del partido entre Cobolli y Djokovic.