Tras la espléndida clasificación de Amanda Anisimova para la final de Wimbledon, tocaba saber quién sería su rival. La favorita era Iga Świątek, para quien este era su primer partido en el césped londinense, en el que cada vez parecía sentirse más cómoda. Pero estaba claro que Belinda Bencic no tenía nada que perder, y quería alcanzar por fin su primera final de Grand Slam.
Sin embargo, el partido comenzó con el aura de la ex número 1 del mundo: la polaca impuso un ritmo alto, asfixió a su rival y rompió rápidamente el servicio de la helvética para ponerse por delante 3-0. A la suiza le costó remontar: cedió el cambio de saque cuando le llegó la primera bola, pero a menudo pasó apuros en los peloteos y no encontraba su ritmo.
Perfectamente metida en la zona, Świątek incluso se permitió el lujo de terminar el primer set con un juego en blanco... ¡al saque de su rival!
Segundo set en blanco
Parecía que iba a ser una auténtica paliza, pero la polaca estuvo a punto de encarrilar el partido cuando regaló dos puntos de break en el primer juego del segundo set con dos dobles faltas, pero no tuvo importancia: la máquina se puso en marcha de nuevo al instante.
Y en el siguiente juego, volvió a romper con unas devoluciones increíbles. A partir de ese momento, era difícil ver cómo podía cambiar el destino del partido. La polaca era demasiado fuerte, demasiado rápida, y naturalmente fue en busca de un doble break. Belinda Bencic se rindió con demasiada facilidad en sus golpes ganadores y cayó lógicamente por 6-2 y 6-0 ante una silenciosa Pista Central. Iga Świątek vuelve a estar en la cima de su juego, y el sábado podrá añadir un sexto Grand Slam a su palmarés, ¡además de haber ganado uno en cada superficie!