Al igual que en el Abierto de Australia a principios de temporada, los caminos de Jasmine Paolini y Elina Svitolina se cruzaron en Roland Garros. Mientras que la ucraniana se impuso en la tercera ronda en Melbourne, esta vez se enfrentaron por un puesto en cuartos de final, con la lógica ventaja de la italiana, vigente finalista.
Paolini trató de hacer honor a su condición de favorita al inicio del partido, rompiendo rápidamente a su rival para conseguir una ventaja de 3-0. Cuando la ucraniana abrió los ojos, por fin tuvo la lucha que se le había prometido, y trató de hacer retroceder a su rival con derechas ensordecedoras, rompiendo dos veces, y la segunda de ellas confirmándolo, para remontar hasta el 4-4. El impulso estaba ahora a su favor...
Aunque lo desaprovechó con dos juegos decepcionantes, especialmente en el que sirvió para mantenerse en el primer set. Jasmine aprovechó la oportunidad para poner en movimiento a su rival y consiguió varios golpes ganadores para hacerse con el set en su tercer intento, asestando un duro golpe a la moral de la Elina, que se mostró mucho menos despierta y efectiva al comienzo de la segunda manga.
Y entonces ocurrió lo que tenía que ocurrir: la italiana rompió, vencía por 4-1 y "sólo" tenía que mantener su saque para ganar el duelo. Pero, por supuesto, no podía ser tan sencillo: la de Odesa rompió de nuevo en el séptimo juego, pero fue sorprendida en el siguiente, y la italiana sirvió para el partido. Temblando como una hoja, se derrumbó por completo...
Un giro inesperado
E. Svitolina aún tenía que servir para mantenerse en el partido, y también estaba temblando, pero salvó dos puntos de partido para igualar. Se dirigió al tie-break, y cuando la número cuatro del mundo parecía alejarse, con un 4-1 a su favor, cambió las tornas, fue en busca de otro punto de partido... pero cedió tres puntos seguidos y el set ante el asombro de todos.
Como era de esperar, la jugadora de 29 años se tomó muy mal el hecho de haber estado tan cerca de la victoria. Cedió su primer juego y se encontró con un 0-3 en contra, y las puertas de los cuartos de final parecían cerrarse. Más aún cuando la ucraniana se lanzó a por el doble break, en plena confianza, y nada pudo detenerla.
Por supuesto, la finalista no se iba a ir sin un último hurra, pero fue en vano: llevaba mucho tiempo fuera del partido. Elina Svitolina se impuso por 6-4, 6-7/6-8 y 1-6 y regresó a los cuartos de final de Roland Garros dos años después de su última aparición a este nivel. Para alcanzar las semifinales en la arcilla parisina tendrá que deshacerse de Iga Świątek o de Elena Rybakina en lo que será sin duda un duelo en la cumbre.