El gran partido de octavos de final del cuadro femenino, ni más ni menos. Iga Swiatek, cuatro veces ganadora en París, se juega su temporada en este torneo, y en particular en este partido contra la excampeona de Wimbledon Elena Rybakina, que tenía un balance negativo (6-5) en los enfrentamientos directos, pero que sorprendentemente ganó sus dos encuentros en tierra batida.
Y tras el set inaugural, la tercera victoria parecía cantada. Totalmente superada, la jugadora polaca no pudo ver la luz del día. Los primeros golpes de la kazaja eran demasiado potentes, y los errores no forzados llovían sobre una jugadorea que era una sombra de sí misma. Milagrosamente, evitó la burbuja de energías renovadas, pero esta derrota por 6-1 en 35 minutos parecía anunciar el final de su reinado, tanto que Rybakina parecía pisar el acelerador a fondo.
Y lo demostró rompiendo pronto en la segunda manga. Pero por fin la de Varsovia despertó al fin, puso más intensidad en sus golpes, encontró su ritmo y se pareció a la mujer que ha levantado cuatro veces la Copa Suzanne Lenglen. Pero no todas las veces, porque si rompía, cometía errores de nuevo y se mantenía en el filo de la navaja. A pesar de todo, creó una especie de impulso y lo utilizó para tomar finalmente la delantera.
Elena, por su parte, perdió todo el ímpetu que había acumulado al principio del partido, cedió cinco juegos seguidos y acabó viéndose obligada a llevarse el tercer set, algo que habría sido inimaginable una hora antes. Pero lo bueno fue que por fin pudimos disfrutar del duelo que nos habían prometido antes del partido.
Nadie quería echarse atrás ahora, pero Iga parecía por fin en condiciones de ir a desbaratar a su rival. Salvo por el hecho de desaprovechar una gran oportunidad en el quinto juego. Fue el punto de inflexión del partido, pero no de la forma esperada. La número 11 del mundo dejó pasar tres opciones de break y su oponente no perdió la ocasión de arrebatarle el saque a su rival y alzarse con la victoria. O eso parecía...
Pero justo cuando iba ganando 4-3, cedió el break con una horrible doble falta, haciendo incierto el final del partido. Aunque E. Rybakina estuvo a punto de correr la misma suerte antes, finalmente perdio el servicio de nuevo y dejó que la tercera del ranking WTA sirviera para ganar por 1-6, 6-3 y 7-5. Todavía no está en su mejor momento, pero sigue viva y se jugará con Elina Svitolina el pase a semifinales y, lo que es más importante, el cuarto título en París.