La demandante, Nikita Hand, alegó que fue agredida sexualmente el 9 de diciembre de 2018. Un jurado condenó el año pasado al popular luchador a pagarle casi 250.000 euros por daños y perjuicios.
McGregor, de 36 años, negó la acusación y dijo que tuvo "relaciones sexuales totalmente consentidas" con ella. También negó haberle causado hematomas.
En la apelación presentada a principios de este mes, los abogados de Conor afirmaron que el juez se equivocó al ordenar al jurado que decidiera si había "agredido" a la víctima en lugar de "agredido sexualmente".
El magistrado, Brian O'Moore, dijo el jueves que el citado tribunal no tenía duda de que el efecto general de la acusación del juez de primera instancia era decirles que la acusación central de Hand contra McGregor era que la había violado.
El equipo jurídico del deportista también había argumentado que el juez no debería haber permitido una línea de preguntas durante el contrainterrogatorio en relación con las respuestas "sin comentarios" de McGregor en un interrogatorio policial. Ese argumento también fue rechazado.
"Por fin puedo seguir adelante e intentar curarme"
Nikita abrazó a varias personas que estaban a su lado tras la sentencia del Tribunal de Apelación.
"A todas las supervivientes que hay ahí fuera, sé lo duro que es, pero por favor, que no os silencien... Merecéis que se os escuche, también merecéis justicia. Hoy, por fin, puedo seguir adelante e intentar curarme", dijo N. Hand.
La irlandesa declaró ante el Tribunal Superior en noviembre que una amiga y ella se pusieron en contacto con el acusado, a quien conocía, después de una fiesta de Navidad en el trabajo. Dijo además que C. McGregor les llevó a una fiesta en una habitación del ático de un hotel de Dublín, donde se consumieron drogas y alcohol. En un dormitorio del ático, según explicó entonces ella misma, la agredió sexualmente.
El abogado de la víctima dijo al jurado que, cuando fue remitida a una unidad de tratamiento de agresiones sexuales al día siguiente de la supuesta agresión, un médico estaba tan preocupado que ordenó que se tomaran fotografías de sus lesiones.