Los deportistas llegan a realizar todo tipo de excentricidades con tal de mejorar sus prestaciones y progresar en su disciplina. El último en confesar una práctica un tanto peculiar ha sido el boxeador australiano Nikita Tszyu (27), que dice comer la placenta de su mujer.
Lo contó con absoluta normalidad en el programa Triple M Breakfast: "Hemos liofilizado su placenta y me he estado suplementando con ella recientemente en forma de pastilla. He pasado a ser técnicamente un caníbal", comentó.
"En realidad es como un superpoder. He hecho pruebas con mis sparrings (días en los que la he tomado y días en los que no) y siento que tengo una cantidad increíble de energía", prosiguió.
Lejos de avergonzarse, también puso sobre la mesa su gusto por la leche materna: "Dicen que la leche materna es lo mejor que puedes tomar. Es tan buena para ti, tan limpia", indicó.