Vinicius y Lamine debían ser protagonistas del Clásico y así fue. Pero no de la manera que sus aficionados hubieran querido. Aunque el brasileño estuvo en la génesis del 2-1 decisivo y ganó, ninguno de ellos salió bien parado del partido. Les faltó fútbol, les sobró boca.
El barcelonista se había puesto un listón de presión muy alto con sus declaraciones previas, que sentaron fatal por el Bernabéu y le acabaron pasando factura en forma de pitadas continuas y de centro de la diana blanca en la tangana final. Y es que su fútbol, muy mermado por su pubalgia, le hizo estar a un nivel dolorosamente discreto para los intereses del Barça.
El brasileño se llevó la alegría del triunfo, pero logró enturbiar la celebración blanca por el enfado que escenificó de manera desaforada al ser sustituido por Xabi Alonso cuando quedaban 20 minutos por jugarse.

Más allá de su gestualidad, siempre histriónica, las cámaras de 'DAZN' captaron unas palabras suyas que darán bastante que hablar. "¿Yo?", preguntó en reiteradas ocasiones mientras se retiraba del campo y le pedía explicaciones al entrenador. Cuando ya estaba fuera del césped y pasaba por delante del banquillo, añadió: "Siempre yo. Yo me voy del equipo. Me voy, mejor me voy". Y acto seguido se dirigió directamente al vestuario.
Una conversación pendiente con Vinicius
Xabi Alonso ya comentó en rueda de prensa que no quería que ese gesto empañara el triunfo que deja al Madrid líder con cinco puntos de ventaja, y que ya hablaría con el futbolista.
Aunque De Jong defendió el contexto en el que hizo sus declaraciones y cómo, Lamine Yamal ya aprendió para futuros enfrentamientos contra el Real Madrid las consecuencias que pueden tener. Su problema más real es esa pubalgia que le tiene en una versión muy aminorada de sí mismo. Ahí sí que tienen bastante trabajo Flick y su cuerpo médico.
Y es que, a pesar de que fue Bellingham el más decisivo del duelo, Vini y Yamal tenían que ser protagonistas del gran duelo. De hecho, ya a los dos minutos se 'asociaron' para ello en la primera polémica del Madrid-Barça.
