Dinamarca se interpone en el camino, pero si Portugal consigue llegar hasta el final, sería la primera vez desde 2019, cuando fue anfitriona del torneo, que lo ganaría.
La clave de esas aspiraciones al título es su capitán, figura y líder talismán, Cristiano Ronaldo, que cuenta ya con 40 años.
Ronaldo es uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, y su lugar en los libros de historia está garantizado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, cabe preguntarse si su inclusión en la plantilla no es más que la prolongación de un proyecto de vanidad o si los números respaldan realmente la creencia de que sigue siendo uno de los mejores hombres para el puesto.
Desde el punto de vista goleador, en la presente competición ha pagado con creces su cuota, ya que sus cinco goles representan poco menos de la mitad de los 12 que ha marcado toda la plantilla en la competición hasta la fecha.
Además, con tres disparos a puerta, podría haber anotado ocho goles en sus cinco participaciones totales en la competición, lo que habría sido un rendimiento más que aceptable para un jugador de su edad.
De los cinco tantos que ha marcado en la Nations League 2024/25, sólo uno ha sido desde el punto fatídico, lo que al menos acaba, por ahora, con el absurdo argumento de que la inmensa mayoría de sus goles llegan desde los 11 metros, aunque los cinco los haya marcado desde dentro del área.
Ronaldo necesita demostrar su valor con algo más que goles
A pesar de seguir siendo el jugador al que se recurre por su capacidad para ganar partidos, la puntería de Ronaldo en estos días está muy lejos de su mejor nivel. De hecho, su 38,9% de acierto es el segundo peor registro de toda la selección portuguesa.
Se podría argumentar que, en cualquier caso, el veterano futbolista todavía se encuentra en posición de disparar, y la lógica dice que fallará más de los que marque. Sin embargo, cuando jugadores de la talla de Bernardo Silva y João Félix registran cifras del 100% y el 83,3% respectivamente, debe de ser muy frustrante ver a un compañero de equipo tan venerado fallar tanto.
Ronaldo también ha fallado cinco grandes ocasiones en lo que va de competición, la mayor cantidad desde la perspectiva portuguesa.
De los jugadores portugueses que han intentado al menos cinco regates en el actual torneo, el 60% de acierto de Ronaldo le sitúa junto a Bruno Fernandes a la cabeza de esa particular métrica. Ambos han completado tres regates, aunque Bruno está mucho más implicado en el juego general, ya que sus 380 toques en los partidos de la Nations League de su país duplican con creces los 182 de su contemporáneo.
La precisión en el pase de Cristiano, del 85,8%, parece también de las mejores, hasta que uno se da cuenta de que sólo otros dos jugadores de la plantilla tienen un rendimiento peor. Su total de 127 pases también está muy por detrás de muchos de sus colegas, como Ruben Dias (314), Vitinha (352) y Nuno Mendes (404).
Si bien es cierto que el hecho de jugar en la banda o en la punta de ataque no implica necesariamente que el jugador tenga que participar en el juego tanto como sus compañeros, no es menos cierto que tiene que aportar valor cuando se le exige durante los 90 minutos.
Incluso si se tiene en cuenta que Ronaldo es uno de los jugadores que han participado en al menos 20 duelos a lo largo de la competición, se puede afirmar que ése no es realmente el fuerte de Portugal. Sólo Bernardo Silva supera el 60% de aciertos, y su estadística del 61,9% no es nada del otro mundo.
Por supuesto, meter el pie no es algo que se asocie normalmente con el juego natural de Ronaldo, así que tres entradas en cinco partidos no es ninguna sorpresa. Mucho más preocupante sería el hecho de que un jugador como Rubén Dias sólo haya hecho cuatro en el mismo periodo de tiempo.
Es hora de que Ronaldo deje de ser internacional
En la otra cara de la moneda, el equipo de Roberto Martínez ha sido uno de los más limpios del torneo. Ninguna tarjeta roja y un equipo que no tiene que recurrir a las artes oscuras es algo refrescante en los tiempos que corren. De hecho, sólo Bruno ha visto más de una tarjeta amarilla hasta la fecha.
En el juego aéreo, donde cabría esperar que Ronaldo siguiera destacando, el jugador de 40 años sorprendentemente sólo ha ganado dos de los 10 duelos de cabeza, de nuevo uno de los peores de la plantilla.
Incluso Rafa Leao, cuya habilidad aérea no ha sido necesariamente digna de mención en el pasado, ha ganado tres de tres.
Utilizando el mismo tamaño de muestra, sólo Diogo Jota, con tres recuperaciones de balón, es peor que Cristiano, con seis, mientras que Nuno Mendes, con 28, y Bruno Fernandes, con 23, encabezan la lista en este aspecto.
Los dos delanteros -Ronaldo y Leao- también han sido sorprendidos en fuera de juego cuatro veces cada uno, los dos únicos jugadores que lo han hecho más de una vez. Retrasar sus carreras sólo una fracción de segundo les permitiría tener más éxito en el último tercio.
En última instancia, el sueño declarado de Ronaldo de alcanzar la gloria en la Nations League sigue vivo, y Roberto Martínez ve claramente algo en el jugador del Al Nassr con lo que siente que puede trabajar.
Tal vez sea su presencia motivadora en el vestuario lo que no se puede replicar, y esa es en sí misma una razón suficiente para mantenerlo en el equipo. Al fin y al cabo, Ronaldo ha seguido demostrando que, con la mentalidad y la dedicación adecuadas, todo es posible.
Para ser justos, no es ni mucho menos el peor jugador de la selección portuguesa, pero su influencia está decayendo, como cabría esperar de alguien de 40 años.
Está claro que Ronaldo terminará el torneo en el césped, pero viendo los números, Portugal se haría un flaco favor a sí misma si se cuestionase tenerlo como líder en el Mundial 2026.
En resumen, gane o no la Nations League, ha llegado el momento de que Cristiano se retire con elegancia mientras sigue, casi, en lo más alto.
